Page 7 - noviembre 2018

Frida Kahlo, ha sido foco de atención para la cultura mexicana.
Una de las más grandes artistas de México que ha dejado una huella

que prevalece y que cada vez, toma más poder
en la identidad mexicana.

Es así que, se puede hablar de su vida, de su dolor y de sus obras, sin embargo,
se puede decir que su forma de ser, tan rebelde, tan llena de vida, fue lo que la
hizo ser quien es. Frida se empeñó en dejar las sombras que siempre existieron
en la sociedad en donde los estándares sociales denigraban a la mujer y la hacían
mártir de los males y pesares del mundo, por tal motivo, es un logro que merece la
pena reconocer.
Si bien, Frida se caracterizó por su forma de ser, vestir, pintar y sobre todo por
su rechazo a los estándares establecidos por la sociedad, se considera por ello, un
orgullo que una mujer abriera sus alas a pesar de todo el dolor que vivió tanto físico
como emocional.
Es entonces que al visitar la “casa azul” en donde Frida vivió la mayoría de su vida,
compruebo que es en esta casa en donde fue formando su identidad, identidad que
trasmite al mundo, como una identidad creada y en donde el arte fue su forma de
proyectarlo.
Su arte habla de sus ideales, penas, dolores y sobre todo de su pensamiento, creando
en los espectadores el sentirse orgulloso de ser mexicano.

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