Page 3 - marzo 2017
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EDITORIAL

«Queremos la paz, pero la paz no puede ser nunca mera ausencia de violencia, sino que debe ser presencia
                                      y vigencia de la Constitución, sin coacciones, extorsiones ni amenazas.».

                                           Fernando Savater (nació el 21 de junio de 1947). Filósofo Español.

El año 2017, es un año sumamente importante para nuestro país, no sólo por los retos o desafíos que
debemos enfrentar y salir triunfantes, sino porque es el año en el que nuestra Constitución cumple cien
años de su promulgación, Ley Fundamental que fue y debe seguir siendo un producto social, pero que
depende de todos los mexicanos impacte en todos sus sectores en aras del bien común; un producto
normativo, ya que contiene valores, reglas y principios que son punto de referencia de todo el sistema
jurídico de esta gran Nación al descansar en ello su legitimidad y validez; un producto político, fruto
del consenso tanto del Poder Constituyente en un inicio, como del Constituyente Permanente hasta
nuestros días.

El llamado también Pacto Federal, debe ser el punto de unión de la sociedad mexicana donde confluyen
todas sus fuerzas y esperanzas, de ahí la importancia de su cumplimiento y observancia; la paz y el
bienestar social no son posibles sin tomar en consideración lo establecido por la Constitución. Dos
de sus artículos pueden ser un ejemplo de su importancia: “Art. 133. Esta Constitución, las leyes del
Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los tratados que estén de acuerdo con la misma,
celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley
Suprema de toda la Unión.” O bien: “Art. 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente
en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo
tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.” En dichas
transcripciones, la Norma Suprema se alza como referente o como paradigma al que deben someterse
todas las demás normas, así como el medio de protección de la libre autodeterminación del pueblo
mexicano, pues de la Constitución deriva todo el marco normativo y político del país, por ello no
puede perder su preeminencia.

Derivado de lo anterior, este año, debe ser uno especialmente dedicado al conocimiento de la Cons-
titución y de una seria reflexión sobre su cumplimiento y observancia por todos los sectores de la
sociedad, muy en especial, por los que tenemos el quehacer de abogados, en virtud de que somos los
encargados de interpretar y argumentar con sustento en ella en todos los ámbitos en los que ejercemos
esta bella y noble profesión.

Mtro. Gustavo Nito Flores

Coordinador Académico de la Escuela de Derecho

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