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Cada una de las habitaciones en el recinto es-
Proseguiremos con nuestro recorrido en la planta alta del mu-
seo.
Durante el siglo XVIII y XIX la parte superior de las casas de
las familias mas acomodadas se denominaba “piso noble”, y
allí se encontraban las salas de recepción, el oratorio o capi-
lla doméstica y los dormitorios. Era la planta principal donde
transcurría la vida familiar propiamente.
“Aunque no sabemos cómo lucia en realidad la residencia de
los Allende, en esta sección del museo se muestran ambien-
taciones históricas realizadas con base en investigaciones de
especialistas en ajuar doméstico y la vida cotidiana en la Nue-
va España”
Información proporcionada
por el Museo Histórico
“Casa de Allende¨
La primera sala de la planta alta es la llamada
“sala de asistencia” donde era el espacio en el
que convivía con los amigos y parientes en vi-
sitas informales, básicamente donde transcu-
rrían las tardes de las familias novohispanas.
Encontraremos un par de sillas ornamenta-
das con una mesa central que corona la sala,
todo esto sobre un tapete de lo que parece ser
lana con colores apagados como rojo obscuro
y negro; frente a el conjunto se encuentra un
par de candelabros y un espejo con retoque
en color oro.
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tán conectadas las unas con las otras, median-
te una puerta o en algunos casos un simple
pasillo interno, la sala contigua
a la sala de asistencia era la “sala de estrado”,
esta era la habitación más lujosa de toda la
casa, y era donde se recibía y halagaba a las
visitas ilustres.
“Este espacio tomó su
nombre de las tarimas de
madera que se colocaban
en el piso llamadas
estados”
Cubiertas de alfombras donde se dispo-
nían cojines y taburetes para que las se-
ñoras y sillas y canapés para los señores.
El biombo, llamado “roda estrado”, deli-
mitaba el espacio protegía contra las co-
rrientes y servía como telón de fondo.
En esta sala se solían reunir las mujeres
para bordar o tocar música, mientras que,
otros visitantes se divertían con juegos
como los naipes.