Page 42 - noviembre 2017
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Sin duda, en cada etapa escolar en la vida de
una persona, uno recuerda con especial detalle
a quienes o bien le hicieron pasar por momentos
desagradables o a quienes le hacían sentir mejor
en aspectos tan sencillos como un saludo
o una sonrisa.
El señor Martin Rosas Díaz es vigilante y cuidador
de la Universidad Latina de México, tiene 54 años
de edad, pero sorprende su jovialidad, frescura y
amabilidad a pesar de que él mismo se describe có-
micamente diciendo “ya estoy viejillo”. Oriundo de la ciudad
de Celaya y siendo el quinto hijo de una familia conformada
por cinco hombres y cinco mujeres, de las cuales sobreviven
cuatro hoy en día, siendo la muerte de una de sus hermanas,
uno de los eventos más fuertes y tristes que le ha tocado vivir.
De las personas que desempeñan el trabajo de vigilancia en
esta universidad, don Martín es el más carismático y cercano
a los jóvenes, llama mucho la atención su alegría inamovible
al recibir todos los días a los estudiantes, a quienes en cada
oportunidad les demuestra su gusto por convivir con ellos
con abrazos sinceros y dirigiéndoles un “¿Quiúbole mi joven?
¿Cómo está?” a los hombres y en el caso de las mujeres “Hola
amiguita ¿Cómo está?”.