revista
de la Universidad Latina de México
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procedencia y capacidades visibles.
La educación ofrecida para ellos era sumamente
l i m i t a d a y d e s v i r t u a d a , s i b i e n e r a u n a
escuela de integración, en la práctica funcionaba
exactamente al contrario: desvinculaba por completo sus
personas del ambiente en el que vivían, propiciaba la lucha
de clases por la simple lucha, apaciguaba las habilidades
individuales y exponía profundamente un claro racismo.
Hace pensar quizá, que simplemente es un sistema ideado
por el estado para mantener calmada a la comunidad en
aras de estar haciendo lo necesario para cada sector, pero
sin miras reales a aportar y transformar las estructuras. “...
las experiencias de la vida temprana definen las pautas
esenciales que rigen el tratamiento de los hechos
posteriores de la vida”. (Maier, 2001, pág. 223)
Una educación funcionalista, un sentido funcionalista de
ver la vida y hacer las cosas, donde el mantenimiento de
la sociedad está por encima del sujeto, como si el sujeto
fuera insignificante y estuviera aislado de los demás, y
simplemente formara parte del gran engranaje que permite
el desarrollo social, claro, con sus debidas diferencias y
jerarquías.
¿Para qué educar entonces al ser humano, para su
adaptación social o para su libertad?
Transmitir conocimientos, cualquiera lo puede hacer, dar
dirección a la acción derivada de ellos, es la parte toral
del acto educativo que no todos están capacitados y
dispuestos para llevar a cabo. La profesora que acompañó
al grupo reconoció esta diferencia y apostó por ella, por