Page 12 - octubre 2017
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La unión cemento-dentinaria, a pesar de ser un punto de referencia histológico 12
que no puede localizarse de manera clínica o radiográficamente, es considerado
por muchos investigadores, como el límite ideal de preparación y obturación del
sistema de conductos radiculares. Sin embargo, desde una perspectiva clínica, la
constricción apical resulta ser el punto límite más factible en cuanto al manejo
para el operador, y dependera del mismo la elección del límite del tratamiento.
La imposibilidad de una visualización directa del foramen apical, hacen que
la localización radiográfica sea un desafío durante la determinación de la
longitud de trabajo. Del mismo modo, se ha establecido que la observación en
dos dimensiones de un objeto tridimensional limita en gran medida la correcta
interpretación de la dirección del foramen y longitud del conducto radicular. Bajo
esta misma premisa, se ha concluido de igual forma que a través del examen
radiográfico no es posible determinar cuando el foramen apical no coincide con el
ápice anatómico.
En cuanto a la determinación de la técnica a emplear para la preparación del
sistema de conductos radiculares, se ha señalado que esta debe considerarse a
expensas del grado de complejidad anatómica que ofrezca el diente, procesos de
resorción, o situaciones de iatrogénia.
Por otro lado, se ha comprobado a través de numerosos estudios, que ninguna
técnica de preparación ofrece la completa limpieza del conducto a nivel del
tercio apical, así como ninguna de las técnicas de obturación conocidas hasta el
momento proporciona una barrera de impermeabilidad absoluta.
Hay autores que explican que no se debe instrumentar el foramen apical debido a
la anatomía y el comportamiento de los instrumentos en el conducto. Así mismo
se señala que si la intención fuera limpiar el conducto a nivel del foramen, se
requeriría una lima #60 en promedio. Esta medida de instrumento destruiría la
constricción apical natural, la cual es de un #30 en promedio de las serie ISO.
La selección de un cono patrón de gutapercha con diámetro similar al del
conducto en su porción apical es decisiva para la calidad de la obturación. Sin
embargo, se han reportado estudios que señalan que la mayor incidencia de
microfiltración en conductos con conos patrones adaptados no se diferencia
estadísticamente de aquellos conductos en los que el cono patrón no estaba
adaptado.
En conductos sobreobturados, los tejidos periapicales se han visto irritados tanto
químicamente por medio de los ingredientes de los cementos para el conducto;
como mecánicamente por medio del material de obturación radicular. El examen
histológico de los tejidos periapicales de dientes con conductos sobreobturados,
ha mostrado respuestas inflamatorias severas alrededor de partículas de