Page 71 - Revista ULM enero 2020
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C) Pero hay todavía un tercer momento. Sobre la tradición, 71
sobre lo recibido, y, apoyado en ello, el ser humano vive
optando por formas de realidad. La opción es la característica
de todo acto vital humano; la opción es el carácter formal de
la constitución de la vida humana. El ser humano se hace
cargo entre otras cosas de lo recibido mismo y apoyado en
ello tiene que seguir optando: la tradición tiene un momento
progrediente. El viviente humano no solamente está instalado
en una forma de realidad que le es entregada; no solamente
la recibe según una continuidad más o menos problemática;
es que sobre lo recibido, y con el apoyo precisamente de lo
recibido, el nuevo viviente humano va a hacer sobre su modo
entregado de estar en la realidad, operaciones parecidas a
las que hicieron sus progenitores, con lo cual cambiará de
alto en bajo el contenido posible de lo que es la tradición
para sus sucesores.
Constituyente, continuante y progrediente, estos tres
momentos no son sino facetas de una sola realidad: la
realidad de la tradición. La unidad intrínseca de esos tres
momentos es la esencia de la tradición-tradente, la base de
la cultura.
Porque a diferencia de las reflexiones que sobre Hegel y
de Marx suelen presentarnos en algunos resúmenes y
manuales, el desarrollo histórico no es predecible, no es
el árbol que está contenido en la semilla, es en cambio,
la posibilidad de lo nuevo donde caben todas las utopías
y distopías, pues depende de nuestros actos, al respecto
Ignacio Ellacuría sostiene que la sociedad existente: “No
estaba en germen, ni estaba oculta, porque lo formalmente
histórico es creado en una acción que no sólo produce algo
revista de la Universidad Latina de México